La cultura y filosofía oriental está cada vez mas presente en el mundo occidental. Todo este conocimiento nos ofrece una fuente de sabiduría y bienestar. El Chi Kung, como otras técnicas de este tipo, utiliza y optimiza la energía del cuerpo humano de la misma manera que la Medicina Tradicional China.
Origen del Chi Kung
Según diferentes investigaciones se estima que el Chi Kung, o Qi Gong, existe como concepto desde hace 5000 años. No obstante, no existen pruebas documentales que lo puedan demostrar ya que por aquel entonces no existía la escritura. Las estimaciones se basan en una pintura hallada en una vasija del periodo Neolítico que se descubrió en Liuwan, al noroeste de China.
De la misma manera que otras técnicas de sanación, como por ejemplo el Reiki o el Tai chi, el Chi Kung trabaja con la energía vital. Estamos sanos cuando disponemos de abundante energía vital o Qi. Esta energía debe de circular sin estancarse o dispersarse. La enfermedad aparece cuando tenemos falta, exceso, dispersión o estancamiento de esta energía.
¿Cómo es la práctica?
En esencia el Chi Kung trata de sincronizar de manera armónica el cuerpo, la mente y la respiración. Estos tres centros vitales son conocidos como los tres tesoros. Debido a ello es imprescindible aprender a relajar primero la mente, luego la respiración y, por último, el cuerpo. De esta manera se produce la apertura de los meridianos por los que circula la energía, permitiendo que fluya adecuadamente.
Cómo hemos dicho, durante la práctica del Chi Kung se insiste en tener presente los tres tesoros: el chi (energía interna), el jing (esencia) y el shen (espíritu). Los tres deben de estar sanos y armónicos para conservar la salud y el bienestar. En China es fácil ver en los parques a numerosas personas practicando esta disciplina. De hecho, esta considerado una de las cinco ramas de la medicina y se práctica como terapia en los centros sanitarios.
Beneficios del Chi Kung
Al practicar esta técnica se combinan estiramientos con ejercicios de tensión y relajación. Podemos decir que se trata de un ejercicio aeróbico de moderada o baja intensidad. Gracias a ello se puede adaptar a todas las edades y a cualquier condición física. A través de los ejercicios se ejercita la flexibilidad de las articulaciones y se corrige la postura corporal. Además, el Chi Kung es capaz de llevar a sus practicantes a cierto estado meditativo y a conectar con su interior.
Podemos definir el Chi Kung como un baile energético. En esta danza armoniosa nos conectamos con esa parte íntima que se sabe una con el Universo. En ocasiones, los movimientos simulan ser un tigre, un dragón o una grulla. Tras una sesión notaremos que nuestra mente ha recuperado la calma y nuestro cuerpo el equilibrio y flexibilidad.
Una vez más, nos damos cuenta que en la sencillez de los movimientos podemos encontrar salud y el bienestar a la vez que disfrutamos de la vida y nos conectamos con los demás.
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