La hipnosis es un estado natural de nuestra mente, es un estado de focalizacion sensorial en el que la persona está concentrada en sus vivencias internas, conservando al mismo tiempo, el control y la consciencia sobre si misma.
Cuando una persona se encuentra en estado de hipnosis se siente tranquila y profundamente relajada. Gracias a ese estado de relajación consigue focalizar su atención en un pensamiento, recuerdo, sentimiento o sensación, logrando, si asi lo desea, modificar sus percepciones, comportamientos, sensaciones y emociones. Todo lo que se pueda decir o imaginar en ese estado con una intención definida, pasa directamente al inconsciente para identificar no solo las causas de alguna situación o sintoma, sino tambien las posibles soluciones.
Beneficios:
- Se activan nuestros propios recursos de autocuración.
- Podemos cambiar memorias negativas y limitantes por sugestiones positivas.
- Logramos aumentar la confianza en nosotros mismos.
Indicaciones:
- Para dejar de fumar.
- Fobias y miedos.
- Control de peso.
- Control del dolor.
- Insomnio.
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¿Qué se experimenta durante la hipnosis?
La sensación que se experimenta durante la Hipnosis es similar a la de la fase previa al sueño. Mientras las hipnotizan, muchas personas se sienten físicamente relajadas y mentalmente alerta. Hay quien afirma que la sensación es parecida a la meditación; otras, a la de después de recibir un masaje, y aún otros, a la de los sentimientos enfáticos que producen ciertas drogas. La experiencia de cada uno es única. Permanecer bajo hipnosis resulta en sí mismo relajante para aquellas personas que pasan gran parte del día en tensión. Cuando estamos relajados y nuestra concentración es tan intensa que no nos distraen los ruidos exteriores ni otros estímulos, nos encontramos en un estado de «hipnosis ligera»; este nivel de hipnosis, en una sesión de terapia, se va intensificando, se va «profundizando», según lo que el hipnoterapeuta necesite tratar.
«Uno de los errores más comunes es creer que la hipnosis es similar al sueño. La razón de esto depende de que si se induce al sujeto al trance sugiriéndole la idea de sueño, se le verá con los ojos cerrados y se tendrá la impresión de que se halla realmente dormido. Así sucede que los pacientes se quedan a menudo asombrados al oír al operador mientras están en trance y también que después de la primera sesión afirmen que jamás han sido hipnotizados. Y esto después de haber estado quizás una hora en la misma posición, sin deglutir y sin moverse para nada. Por otra parte, bastantes sujetos quedan incluso desilusionados de lo que han experimentado y precisamente a causa de muchos conceptos equivocados acerca del hipnotismo. Por eso hay que recordar que el factor más importante es éste: que el paciente permanece siempre consciente, hasta en los estados de hipnosis profunda. Si así no fuera, el hipnotismo perdería los contactos con él y no podrían darse sus sugestiones»