El jengibre se va haciendo cada vez más conocido en diferentes puntos del planeta. En la actualidad, es fácil de encontrar tanto fresco como en polvo o en comprimidos. Debido a sus múltiples propiedades podemos utilizarlo para aminorar y combatir diferentes problemas de salud. Además, está exento de los efectos secundarios que tienen algunos medicamentos con equivalentes propiedades. Aquí te vamos a explicar cuáles son sus propiedades y cómo tomarlo.
Origen del jengibre
Esta planta, originaria del sureste asiático, pertenece a la familia de las zingiberáceas (Zingiber officinale Rosc., shengjiang). Sus flores son de color púrpura con fruto capsular y tienen un tallo subterráneo con forma de rizoma. Es ese tallo el que se utiliza en la cocina y también en medicina.

Hace más de 2.000 años ya se utilizaba el jengibre tanto en la gastronomía como para tratar ciertas dolencias dentro de la medicina tradicional asiática. En la actualidad el primer productor es Jamaica seguido de China, Nepal, India, Tailandia y Bangladesh. Desde muy antiguo se utilizaba para tratar problemas digestivos, dolores menstruales, como relajante muscular, e incluso, como afrodisíaco. Su aroma y sabor picante lo hacen un perfecto ingrediente para rayar, moler y usar como especia acompañando a muchos platos. La importancia nutricional del jengibre reside en su amplísimo espectro de aceites esenciales (2,5-3%) y sustancias picantes no volátiles.
Propiedades y beneficios
Como ya hemos mencionado, la parte del jengibre que se utiliza como alimento y medicina es la raíz. Se puede considerar una buena fuente de minerales como el potasio, calcio, hierro, manganeso y fósforo. Así mismo, contienen vitaminas A, C, B1, B2 y B6. Al incluirlo en nuestra dieta obtendremos los siguientes beneficios:
- Alivia las nauseas. Puede ser de gran ayuda para aquellas personas que se marean en los viajes. También aminora este tipo de síntomas en mujeres embarazadas.
- Mejora el sistema inmunológico.
- Gran aliado en caso de resfriados y fiebre. Tiene propiedades diaforéticas que aumentan la temperatura corporal y promueven la transpiración. Por lo tanto, es un buen remedio para tratar fiebres y estados gripales. También es un gran desinfectante y elimina toxinas. Muy efectivo en resfriados y congestión nasal.
- Antiinflamatorio. Alivia dolores musculares y articulares. Muy recomendable para tratar síntomas de osteoporosis, reuma o artritis.
- Potencia el buen humor y combate el estrés. Gracias a la vitamina B6 que contiene los receptores de la serotonina son estimulados. Además, como todas las vitaminas del grupo B, esta vitamina es muy importante para relajar el sistema nervioso,
- Favorece la digestión y elimina los gases. Una buena digestión es sinónimo de una buena nutrición ya que así asimilamos todos los nutrientes de manera óptima.

¿Cómo utilizarlo?
Seguramente, después de conocer todas las propiedades del jengibre, te estarás preguntando cómo lo puedes tomar. Aquí te lo explicamos:
- En polvo. Se puede comprar ya en polvo. y añadirlo a las infusiones, platos principales o bebidas. Se recomiendan entre 2 y 4 gramos al día.
- Raíz cruda. Pelando y rallando la raíz podemos añadirla a cualquier plato, tanto salado como dulce. Su aroma y sabor le dará un toque exótico a tus platos.
- Confitado. Es una manera muy cómoda de utilizar ya que se puede transportar fácilmente. Ayuda a aliviar la tos o las nauseas durante los viajes.
- Aceite esencial. Poniendo unas gotas de este aceite esencial en cualquier aceite de masaje es muy fácil calentar cualquier zona del cuerpo que necesite calor.

El jengibre puede ser utilizado también en infusiones. Solo está contraindicado en personas con cálculos biliares, problemas renales, gastritis o colon irritable. También es importante tener en cuenta que es mejor tomarlo con las comidas o inmediatamente después, nunca con el estómago vacío.
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