Ya hemos hablado en entradas anteriores de personas que han experimentado experiencias cercanas a la muerte o ECM. Este tipo de acontecimientos son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Uno de los más populares es el del neurócirujano Eben Alexander. Su caso ha causado mucha expectación, tanto por su formación científica, como por su falta de información de las ECM antes de su experiencia.

Una mente científica

Eben Alexander es un prestigioso neurocirujano y profesor de la Escuela Médica de Harvard en Boston (Estados Unidos). Su formación científica y educación le hacían rechazar la posibilidad de que las personas experimentaran ECM. Su conocimiento del cerebro humano le hacía comprender qué ocurre exactamente en la computadora central humana antes de morir. Antes de su experiencia cercana a la muerte no daba credibilidad a los viajes fuera del cuerpo relatados por sus pacientes.

Doctor Ebeb Alexander

Doctor Ebeb Alexander

A sus 54 años, un día se despertó con un fuerte dolor de cabeza. Solo bastaron unas horas para que toda su corteza cerebral se apagará. Esta parte del cerebro es la que controla las emociones y pensamientos haciéndonos humanos. Sus propios compañeros en el hospital que trabajaba diagnosticaron una meningitis bacteriana poco habitual y, sobre todo, en adultos. Su estado fue empeorando muy rápidamente hasta llegar a un coma profundo perdiendo por completo todas sus funciones cerebrales superiores. Lo que sucedió durante este estado fue tan sorprendente como mágico.

La historia más allá de la vida

El testimonio de Eben Alexander ha llegado a ser tan conocido que fue portada en la revista Newsweek. Según afirma Alexander, cuando entró en coma debido a su meningitis, comenzó un viaje a un lugar maravilloso. Parece ser que sintió que visitaba un espacio inmensamente superior. Lo describió alto como las nubes. Le resultaba muy difícil encontrar palabras para especificar el tipo de criaturas que allí encontró. En su alucinante viaje también encontró sonidos inexplicables. El los define como cantos gloriosos, casi palpables, como la lluvia que podemos sentir en la piel.

Por supuesto, aquellos seres le transmitieron mensajes que pudo recordar después. La presencia de una mujer, que le acompañó en todo momento, fue una de los detalles que más le marcó. La mayor parte de la información que recibió se podría resumir en mensajes de amor y esperanza: «Sois amados y queridos y apreciados» “No hay nada que temer” y “Es imposible hacer nada mal». Al salir del coma, poco a poco, fue recordando maravillado su experiencia.

Según Raymond Moody -experto en este tipo de experiencias- las circunstancias de la enfermedad del doctor Alexander y la impecabilidad de sus credenciales hacen que su descripción de lo que vivió sea algo más que «terrenal».

La prueba del cielo

Una vez que toda la experiencia fue asumida y aposentada, Eben Alexander la volcó en su primer libro «La prueba del cielo». En esta fabulosa obra podemos encontrar todos los detalles de su fantástico viaje. Su testimonio es un canto a la esperanza y a la transcendencia. El mismo Alexander reconoce que solo cuatro años antes un relato como el suyo le hubiera puesto en guardia. Ahora, sin embargo, según sus propias palabras: «Otra dimensión existe; a mi me enseñó que somos mucho más que nuestros cuerpos y nuestros cerebros y que la muerte no es el fin, sino otro capitulo en un viaje increíblemente positivo».

 

Categorías: Morir

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