Nuestra espalda es la parte de nuestro cuerpo que más tensiones soporta. Al cuidar de ella, aseguramos bienestar a todo el organismo ya que es la que sostiene todo nuestro cuerpo. Las preocupaciones del día a día suelen «echarse a la espalda» para poder seguir hacía adelante. En muchas ocasiones lo mejor sería hacer un alto en el camino y revisar y tirar a la basura nuestro exceso de carga. De esa manera no viajaríamos con tanto equipaje. Además de eso, existen diferentes tipos de ejercicios que nos ayudarán a mantener sana esa parte tan importante de nuestra anatomía.
Una postura correcta
En muchas ocasiones los dolores de espalda no están relacionados con ninguna patología. Es muy común que posturas incorrectas o la debilidad de los músculos causen molestias que tienen fácil solución.
Una buena higiene postural es imprescindible para mimar la espalda. Por ejemplo, al agacharnos, es muy importante mantener la espalda bien derecha y flexionar las rodillas. Cuando tengamos que permanecer sentados mucho tiempo también la mejor postura será con la espalda recta.
Además de esto, el ejercicio físico es imprescindible para que los músculos tengan el tono suficiente para mantener la postura deseada. Una musculatura tonificada actúa como protección de los huesos y evita mayores complicaciones.
Ejercicio físico aconsejable
Los mejores deportes para la espalda son aquellos que nos fortalecen y flexibilizan pero que no implican gran impacto. Podríamos decir que en primer lugar se encuentra la natación. Cuando nadamos, fortalecemos suavemente los músculos a la vez que minimizamos cualquier riesgo de lesión al realizarse en el agua. El ciclismo o el running no son tan aconsejables porque pueden crear tensiones tanto en el cuello como en la zona lumbar o dorsal.
Después de la natación, los mejores deportes para mantener la salud de la espalda son el yoga y el pilates. El yoga, por su parte, ayuda a relajar y flexibilizar la musculatura de todo nuestro cuerpo. Esta disciplina también nos obliga a poner conciencia en aquellas zonas en las que haya tensión y, gracias a los ejercicios de respiración, nos conduce a la relajación.
El pilates, además de otras beneficios, nos ayuda a fortalecer los músculos abdominales. Cuando nuestra zona abdominal tiene un buen tono es muy difícil que la parte baja de la espalda nos duela.
Aligerar la carga
Ya hemos visto que físicamente es fácil mantener nuestros músculos tonificados y relajados. Sin embargo, si actuamos físicamente pero, mental y emocionalmente, aún cargamos con demasiado equipaje es muy posible que la espalda nos siga molestando.
Son muchas las personas que, habitualmente, llevan a cuestas cosas que, si las soltaran, es muy probable se resolverían por si solas. Así mismo, también es muy común cargar con asuntos que no nos pertenecen porque pensamos que así somos mejores personas…
Nuestro trabajo más importante es cuidar de nosotros mismos. Cuando nos encargamos de aquello que no nos pertenece nuestro cuerpo nos enviará señales a través de malestares y dolores que no deberíamos ignorar. Una persona sana es aquella que se cuida y que aligera su «carga» siempre que lo necesita.
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