A la mayoría de las personas les resultan muy apetecibles las patatas fritas doraditas y crujientes. Sin embargo, ese color y textura están relacionados con una sustancia denominada acrilamida que se ha visto que es muy perjudicial para la salud. Te lo vamos a contar.
¿Qué es la acrilamida?
La acrilamida es una sustancia utilizada en la formación de poliacrilamida, acrilamida y copolímeros. Los copolimeros son usados para producir plásticos, papel y tintes. Así mismo, se usan para tratar el agua potable y las aguas residuales. Además, podemos encontrarlas en adhesivos, envases de ciertos alimentos y algunos selladores.
Alimentación y acrilamida
En el año 2002, unas investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Estocolmo, dieron a conocer que esta sustancia se encontraba en cantidades elevadas en un grupo de trabajadores que llevaban una dieta determinada. Este estudio descartó que estos trabajadores estuvieran en contacto con cualquier tipo de sustancia química, por lo que la presencia de acrilamida se atribuyó únicamente a la dieta.
Paralelamente, otros estudios llevados a cabo en Estados Unidos y Europa, dieron a conocer que ciertos alimentos presentaban acrilimida si se cocinaban a más de 120ºC. Siguiendo la investigación, se llegó a la conclusión de que uno de los aminoácidos presentes en los hidratos de carbono (asparagina) es el responsable de que la acrilamida aparezca.
Almidones y cereales
Dependiendo de la manera en que se cocinen los alimentos que contienen almidón y los cereales, esta peligrosas sustancia puede aparecer o no. El horneado o los fritos que otorgan el color dorado a los alimentos, son indicadores de que la acrilamida puede estar presente. Así mismo, el tostado del café también parece estar relacionado con su aparición.
Problemas para la salud humana
En ratones de laboratorio se ha relacionado la administración de acrilamida con la aparición de tumores y mutaciones genéticas. De la misma manera, la presencia de esta sustancia puede provocar efectos negativos en el sistema nervioso.
Aunque aún no existen estudios definitivos parece ser que, en determinadas cantidades, la acrilamida se considera un posible cancerígeno.
¿Podemos evitar que aparezca esta sustancia?
Afortunadamente, tomando ciertas medidas, es muy fácil evitar o minimizar la aparición de la acrilamida:
- Cocer las patatas a menos de 120ºC. Evitar horneados o fritos
- Remojar las patatas media hora antes de cocinarlas. De esta manera soltarán gran parte del almidón y se dorarán menos.
- No ingerir los bordes de las tostadas que se hayan tostado en exceso.
- No tomar la variedad robusta del café. Mejor la arábiga.
- Si las patatas se tuestan demasiado es mejor no comerlas.
- Evitar la bollería industrial o los cereales para desayuno.
- No comprar patatas chips onduladas. La mejor opción son las que hayan sido elaboradas con aceite de oliva y sal. Las variedades con distintos sabores no son aconsejables.
- Dejar los restaurantes de comida rápida para ocasiones puntuales o evitarlos.
En general, la acrilamida puede ser evitada observando las reglas arriba mencionadas y llevando una dieta saludable.
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