Desde la noche de los tiempos la luna ha sido asociada al misticismo y a la energía femenina y la fertilidad. Diferentes culturas le han atribuido mágicos poderes sobre la salud humana, el comportamiento animal o la agricultura. Por ello, el filósofo griego Aristóteles opinaba que los fenómenos de desequilibrio mental podrían estar causadas por la influencia de este astro. De hecho, la palabra locura proviene del latín «lunaticus» que significa lunar.
La luna y la vida en la tierra
El hombre siempre se ha sentido atraído por la luna. La mitología, el folcklore, la espiritualidad y la astrología siempre la han tenido muy en cuenta . ¿Quién no conoce las leyendas acerca de esos hombres que se convierten en lobo las noches de luna llena?
En la actualidad, de manera más científica, sabemos que la luna influye en diferentes procesos naturales de nuestro planeta. Tanto las mareas como las cosechas se ven extremadamente afectadas por las diferentes fases lunares. De la misma manera, los ciclos menstruales femeninos están relacionados con este satélite natural.
Algunos estudios han demostrado que nuestros relojes biológicos se ven afectados por la luna. El hecho de conocer cómo afectan las diferentes fases de la luna en nuestra salud y bienestar nos ayudará a sentirnos mejor, tanto física como emocionalmente.
Luna nueva
Cuando la luna no es visible es un buen momento para iniciar nuevos proyectos de cualquier índole. Metas como dejar de fumar o comenzar una dieta tendrán mayor éxito si lo comenzamos en este momento. En cierta medida, nuestra mente está más predispuesta en esta etapa a tomar decisiones más prudentes.
En esta fase, la calidad de sueño es mayor y existe posibilidad de tener sueños lúcidos. La meditación será mejor y más profunda en luna nueva. También es un buen momento para cortarnos el pelo y podar las plantas.
Cuarto creciente
Cuando la luna está en esta fase es el mejor momento para comenzar el aprendizaje de algo que nos interese. Esto es debido a que nuestro organismo absorbe todo con más facilidad en ese momento. Todo es más fácilmente retenido, también la comida si nos excedemos. Cualquier actividad que implique crecimiento o fortalecimiento debería ser iniciada en cuarto creciente para obtener buenos resultados.
Luna llena
Parece ser que en esta fase de la luna nuestra actividad cerebral se reduce en cierta medida. Quizá es por este motivo por el que nos resulta más difícil alcanzar un sueño profundo o quedarnos dormidos. Consecuentemente, nuestras emociones se verán alteradas y quizá estemos más irritables. En luna llena no son recomendables las intervenciones quirúrgicas ya que la presión que ejerce la luna influye en la presión sanguínea y las heridas podrían sangrar más. Tampoco es el mejor momento para comenzar una dieta o cualquier otro tipo de tratamiento
Cuarto menguante
Esta fase lunar está relacionada con la limpieza de energías acumuladas a lo largo del mes. Es el mejor momento para cerrar ciclos y deshacerse de objetos que ya no queramos. Así mismo, durante esta fase, es más fácil trabajar nuestras emociones negativas y dejarlas marchar. La detoxificación física será mayor durante este periodo. Por lo tanto, es recomendable beber más agua y practicar ayunos. Habría que añadir que es la mejor etapa para terminar relaciones de cualquier tipo.
Ya hemos visto que la luna nos influye tanto física como anímicamente. Conociendo las peculiaridades de cada fase nos resultará muy sencillo equilibrar nuestra vida sin demasiado esfuerzo.
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