El dibujo es una de las primeras formas utilizadas por el hombre para comunicar. El hombre prehistórico ya utilizaba esta técnica para dejar constancia de sus pensamientos e inquietudes en las paredes y techos de las cuevas.

Sin embargo, el increíble potencial de esta técnica hace que, no solo no se haya perdido, sino que además sigue siendo una de las más utilizadas en casos en que queremos definir algo y para conseguir transmitir la idea de forma completa, echamos mano de papel y lápiz. Y es que… «una imagen vale más que mil palabras»

Pero además, no solo es una de las formas más utilizadas de comunicación. Estamos rodeados de dibujos, todos los elementos manufacturados con lo que convivimos día a día, partieron de un dibujo. De un diseño gráfico que posteriormente dio forma a ese elemento.

«Es que… a mi dibujar se me da muy mal»

Error. El dibujo, como cualquier otra disciplina, requiere práctica. Sin embargo, es muy común oír expresiones como: «hay que tener un don» o «el dibujo no es lo mío».

Es cierto que cada persona tiene habilidades y características diferentes, pero… igual que pasa con el resto de disciplinas, «nadie nace sabiendo». Un estudio sobre el funcionamiento del cerebro, llevado a cabo en la Universidad de California,  llegó a la conclusión de que personas que jamás habían dibujado lo hacían y mejoraban día tras día, con la asistencia de un profesor.

¿De qué me sirve dibujar?

Hemos visto que el dibujo es una de las formas más utilizadas a lo largo de la historia de la humanidad para comunicarnos.

Pero, además de sus cualidades como medio de comunicación, el dibujo tiene otros sorprendentes beneficios para quien lo practica:

  • Desarrollamos el sentido crítico en relación a nuestra propia realidad.
  • Estimulamos nuestra sensibilidad y creatividad. Mejora nuestro pensamiento y nuestra capacidad de visualización y percepción, proporcionándonos una mente más creativa y más capaz de solucionar problemas.
  • Mejoramos nuestro autoestima. Al comprobar que somos capaces de hacer algo que ni imaginábamos.
  • Trabajamos la paciencia y la memoria.

¿Son suficientes los motivos? Pasemos entonces a conocer la técnica de «dibujo con el hemisferio derecho».

Dibujar con el hemisferio derecho

La explicación científica parte de los hemisferios cerebrales.

El izquierdo es el lógico, el que procesa informaciones verbales y numéricas. Este hemisferio necesita mantener un orden para reconocer cosas, personas, lugares, etc. Por regla general, es el hemisferio más trabajado en nuestra cultura.

El hemisferio derecho es todo lo contrario. Es el hemisferio de la percepción y las emociones. Percibe texturas, colores, formas o distancias. Sin embargo, la educación occidental siempre ha dado mayor importancia a la información lógica.

Reeducar el hemisferio derecho del cerebro nos permitirá procesar informaciones abstractas como las emociones y sentimientos. La tendencia a utilizar el hemisferio izquierdo, hace que permanezca bloqueada la capacidad de percepción, la sensibilidad y la capacidad de comprender lo abstracto.

La evolución que experimentan los alumnos que, sin experiencia previa, comienzan a aprender esta técnica es fascinante. Mediante ejercicios de práctica diaria, los alumnos consiguen comprender la percepción artística.

Os dejamos estos dos ejemplos:
WhatsApp Image 2016-12-01 at 20.26.15 (1)
WhatsApp Image 2016-12-01 at 20.26.15

A través del dibujo, conseguimos abrir nuestra mente y nuestro espíritu hacia una forma más profunda de ver la vida.

Click aquí para más información del curso

Fuente: Dibujo Inteligente


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?