El tecnoestrés, también conocido como síndrome de Fatiga Informativa, es una patología de tipo psicológico que afecta hoy en día a buena parte de la población. Los jóvenes son los más propensos a padecer este tipo de estrés que surge como consecuencia de un uso continuado y extremo de la tecnología.

Es una adicción psicológica que provoca la necesidad de estar continuamente «conectado» a aparatos tecnológicos, como pueden ser los móviles, ordenadores o tablets. Una patología que provoca cambios importantes incluso en la forma de comportarse de individuos que lo padecen.

Indicios de padecer tecnoestrés

Vamos a analizar algunas manifestaciones que pueden indicar que una persona padece esta psicopatología:

  • Personas que utilizan la tecnología durante gran parte del día, bien por diversión o bien por trabajo, y evitan de esta forma mantener relaciones personales. Este hecho puede provocar serios problemas en la capacidad de relacionase, tanto en adultos como en niños.
  • Personas que acostumbramos a ver manejando varios dispositivos tecnológicos al mismo tiempo. Lo cual, puede provocar importantes trastornos de concentración y de memoria.
  • Personas que sienten la necesidad de conseguir todas las novedades tecnológicas que aparecen en el mercado. Esta adicción por probar lo último en tecnología puede provocar frustración en caso de no conseguirlo derivando este comportamiento en estados de tristeza y ansiedad.
  • Personas que debido al uso frecuente y prolongado de la tecnología padecen empobrecimiento del lenguaje, no solo escrito, también a la hora de hablar y en la capacidad de expresión. También suelen utilizar muy a menudo términos de jergas tecnológicas.

 

Problemas de salud derivados del tecnoestrés:

Ansiedad

Los problema psicológicos derivados de este síndrome pueden desencadenar episodios de ansiedad en las personas. Entre los trastornos provocados por la ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad social, el estrés postraumático, etc.

Trastornos de sueño y alimentación

Esta adicción provoca que las personas sufran trastornos en el sueño. No solo en las horas de sueño, que son sacrificadas para poder ofrecerle más tiempo a la tecnología, sino también en las momentos del día en que se producen. Con la alimentación, los problemas son exactamente los mismo.

Problemas de concentración

Hacer varias tareas al mismo tiempo, provoca que prestemos menos atención en cada una de ellas. Lo mismo pasa con la tecnología, como comentábamos anteriormente en muchas ocasiones estas personas manejan a la vez varios dispositivos tecnológicos y, por tanto, no pueden prestar atención a lo que sucede a su alrededor.

Problemas físicos

Como dolores de espalda o de brazos e incluso más graves, como pueden ser los problemas en la visión.

 

¿Cómo podemos poner solución?

Os dejamos algunas recomendaciones para evitar la aparición de los problemas derivados que hemos visto anteriormente.

El día sin tecnología

Reserva al menos un día a la semana para dedicarlo a cualquier tipo de actividad que nada tenga que ver con el uso de la tecnología. De esta forma, podemos fomentar la comunicación hablada y mejoraremos la capacidad de relacionarnos con nuestros familiares, nuestros amigos y la gente de nuestro entorno.

¿Necesito usarla?

Utiliza la tecnología para lo estrictamente necesario. Muchas personas no tienen elección, ya que trabajan pegados a ordenadores, por ejemplo. El problema viene cuando una vez salen del trabajo, sienten la necesidad de estar conectados a otros aparatos tecnológicos. Puede generar sentimientos de dependencia y hacer que desatendamos hábitos tan básicos en nuestra vida como el sueño o la alimentación.

Marcando unos límites

Limite el horario de juego o de conexión a internet a un día concreto de la semana, en el mejor de los casos, o por lo menos, si no tiene elección, a un momento concreto del día. No debemos dejar de mantener un ritmo de vida saludable por pasar unos instantes más conectados.

Además, conviene realizar a menudo descansos para evitar dolencias físicas, derivadas de la postura, y sensaciones de ansiedad y estrés.

El Yoga puede ser un gran aliado

El yoga tanto para adultos, como para niños, ayuda a traer la mente al momento presente y a mejorar su claridad y su estado de alerta. De esta forma, la mente se pacifica y puede lidiar con el estrés diario.

Recomendamos el yoga porque consideramos que es una de las mejores soluciones al tecnoestrés, ya que trabaja de manera integral en nuestro cuerpo y mente.

Nos aporta beneficios fisiológicos optimizando el funcionamiento de nuestro sistema circulatorio, respiratorio, endocrino, nervioso, etc. Y además tiene un gran efecto en nuestro estado mental, abarcando nuestras emociones, estado de ánimo, nivel de energía, autoestima y motivación.

Los efectos fisiológicos, como la elasticidad y la fuerza de los músculos, se manifiestan generalmente a medio plazo. Sin embargo, los efectos psicológicos y energéticos son inmediatos y contundentes.

El objetivo del yoga es transportar nuestro cuerpo y mente a un estado de equilibrio.

 

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Fuente: wikipedia

 

Categorías: Terapias

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