Seguro que la palabra Pilates te suena familiar. Esta disciplina se está haciendo cada vez más conocida entre todos aquellos que deciden cuidar su cuerpo. Son muchas las personas que se benefician de su práctica. Sin embargo, quizá no sepas cómo o dónde se originó y cuáles son sus beneficios. Aquí te lo vamos a explicar.
Orígenes del Pilates
El creador de esta disciplina no podría ser otro que alguien que tuviera ese nombre. Joseph Hubertus Pilates (Alemania, 1880-1967) ideó este método a partir de otras prácticas como el yoga y la gimnasia. En un principio, su nombre fue Contrología. Este nombre hacía referencia al control de la mente y el cuerpo.
Desde pequeño, Pilates tuvo fiebre reumática, asma y raquitismo. Para poder mejorar su cuerpo alterado por estas dolencias estudió durante mucho tiempo el movimiento animal, la forma en que se entrenaban los antiguos griegos y también las filosofías orientales. Gracias a todo este conocimiento logró crear una rutina anaeróbica de 500 ejercicios que conectaban flexibilidad con tranquilidad.
La base es la respiración
Los ejercicios de este método siempre se realizarán al ritmo de la respiración. El practicante se concentra en la entrada y salida de aire en su cuerpo y evita que esta se interrumpa.
El principio más importante del Pilates es el centro que se sitúa en el abdomen, la pelvis y la zona lumbar. Este lugar es considerado de suma importancia por estar relacionado con la estabilidad y la postura del cuerpo. También son esenciales la concentración. el control, la fluidez y la respiración.
¿En qué beneficia el Pilates?
El Pilates puede ser practicado por personas de todas las edades y sin importar su condición física. Los beneficios de esta disciplina son muchos. Entre ellos destacamos los siguientes:
- Aumenta la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones
- Mejora la postura, sobre todo en la cadera y espalda
- Ayuda a mejorar el equilibrio y la coordinación
- Tonifica los músculos
- Afecta positivamente a todos los órganos del cuerpo
- Disminuye o elimina dolores de espalda gracias al fortalecimiento de los músculos abdominales y aquellos que sostienen la comuna.
- Calma la mente y ralentiza el pensamiento con lo que disminuye el estrés
- Es de gran ayuda en cualquier problema de suelo pélvico
Para lo que no sirve el Pilates
Cómo ya hemos mencionado, esta técnica puede ser practicada por cualquier persona. Lo único que podemos decir en su contra es que los resultados no se obtienen de manera inmediata. Habrá que disfrutar del trayecto y poner atención el autocontrol que se adquiere con el tiempo.
Si lo que buscas, además de los beneficios que aporta, es perder peso esta no es la mejor manera. Solo te servirá si lo complementas con otra actividad de tipo aeróbico donde haya más movimiento. Por ejemplo, el spining, el baile, la natación o el senderismo pueden, perfectamente, combinarse con el Pilates .
Cualquier técnica que trabaje mente y cuerpo al mismo tiempo nos asegura equilibrio a todos los niveles. El Pilates es una de las muchas maneras de cuidar de todo tu organismo.
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