Desayunar es algo que hacemos, o deberíamos hacer, a diario y que tiene su importancia, ya que se trata de los primeros alimentos que ingerimos después del ayuno nocturno. Por lo tanto, hacerlo bien es importante si queremos comenzar el día con verdadera energía.

Energía real para iniciar la jornada

Son muchas las personas que comienzan el día tomando solamente un café que consiga despertarlas. Esta es la mejor manera de conseguir que el resto del día nuestro cuerpo no funcione correctamente. El café, como cualquier bebida estimulante, no nos da energía de manera gratuita. Podríamos describirla como una energía con intereses ya que la obtenemos tirando de nuestras reservas. Sin embargo, la energía que nos proporciona un buen desayuno, después de una noche de descanso, es real y es utilizada por nuestro cuerpo para proporcionarnos una jornada sin altibajos.

Para que nuestro día esté lleno de energía y buenos momentos es muy importante, además de un buen desayuno, que hayamos dormido lo necesario. Tenemos que intentar no robar tiempo a nuestro descanso nocturno si queremos tener buena salud.

Líquidos y sólidos para desayunar

Si la noche anterior hemos cenado temprano, al levantarnos habremos estado aproximadamente 10 o 12 horas sin comer ni beber. Durante este ayuno, nuestro cuerpo ha llevado a cabo labores de regeneración y reparación. La mejor manera de ayudarle en este cometido es bebiendo agua que ayude a eliminar los desechos. Un par de vasos de agua tibia con unas gotas de zumo de limón son la mejor manera de recibir al nuevo día. Es recomendable esperar un rato antes de comenzar el desayuno propiamente dicho.

Uno de los ingredientes más importantes de un buen desayuno es la fruta. Un zumo de frutas, aunque sea natural, nunca debería sustituir a una pieza de fruta ya que no nos aportan los mismos nutrientes que la fruta entera.

Pocas grasas y muchos cereales

Los cereales integrales también deberían de estar presentes en esta primera comida del día. Es muy importante que sean integrales de verdad ya que de esta forma nos aportarán todos los nutrientes del cereal en estado puro. Por ejemplo, no todos los panes que ponen en su etiqueta integrales lo son. Lo ideal sería que fueran integrales 100% y de cultivo ecológico para evitar pesticidas. Las cajas de cereales para desayuno que venden en los supermercados, cargados de azúcar y aditivos, no entrarían en esta categoría.

Dentro de las numerosas opciones podríamos destacar los copos de avena cocidos y endulzados con frutas secas. También se puede desayunar una crema de mijo y añadirle frutos rojos. Un par de rebanadas de pan integral de espelta o centeno con mermelada también son deliciosas. Usando la imaginación, podemos preparar desayunos sanos y saludables que nos llenarán de energía.

Aunque el desayuno es la comida en la que las grasas están más indicadas no es recomendable añadirle demasiada. Los frutos secos o semillas son una mejor opción que las mantequillas, margarinas o aceites. Se puede utilizar la crema de sésamo o tahina. Esta crema es una alternativa a otras grasas menos sanas que nos aporta una gran cantidad de calcio y otros minerales.

Bebidas excitantes

La bebidas estimulantes, en general, activan nuestro organismo de manera artificial. Por este motivo, en algunas personas, estas sustancias provocan caídas de glucosa que les harán desfallecer a media mañana. Aún así, esto se dará más a menudo si el desayuno ha consistido en un café con bollería o pan blanco que si el desayuno ha sido nutritivo de verdad.

Una bebida a base de leche vegetal o una infusión sin excitantes son los mejores acompañantes para un buen desayuno.

 

En general, un buen desayuno debería de incluir fruta, cereales integrales y semillas o frutos secos.  ¡Mereces comenzar el día dando a tu cuerpo el mejor combustible!

 


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