El miedo es una emoción humana que tiene su porqué y su para qué. Gracias al miedo hemos logrado sobrevivir como especie. Sin embargo, en la actualidad, dentro de los círculos de crecimiento personal y espiritualidad, cualquier emoción denominada de baja vibración no se considera recomendable. ¿Hasta qué punto esto es cierto?
La vida es dinámica
Con un poco de observación es fácil darse cuenta de que nada es estático y uniforme en la vida. Los días de sol alternan con los días nubosos. Las estaciones de frío y las de calor se dan paso unas a otras. En el reino animal hay momentos de cría, de hibernación, de cortejo, de anidación… Todo está bien, todo es adecuado y perfecto en el momento que sucede.
Encontramos un gran paralelismo en la vida humana. Cada día nos levantamos sintiendo de forma diferente. Tampoco las experiencias que vivimos desencadenan siempre los mismos sentimientos. Todo es dinámico. Habrá días en que veamos todo de color de rosa y también otros en los que todo parezca gris. Cualquiera de esas sensaciones son parte de la vida como seres humanos, forman parte del hecho de estar vivos.
Abraza todo aquello llegue
La lucha y la resistencia no son buenas compañeras de viaje. Cuando nos resistimos a aquello que sucede todo se torna más difícil. Aunque nuestro pequeño yo crea que tiene el control de su vida, no es verdad. La Inteligencia que nos ha creado lleva la batuta que dirige nuestra melodía de vida.
Afortunadamente, somos seres con libre albedrío. No obstante, no tenemos muy claro de que se trata esa libertad que tan de moda se ha puesto. Ese libre albedrío no tiene nada que ver con decidir qué es lo que quiero y lo que no. Si somos sinceros no siempre podemos elegir. No podemos saber qué es lo que nos va a pasar mañana. Las posibilidades son infinitas. Sin embargo, en nuestra mano está decidir cómo vamos a reaccionar ante aquello que nos suceda. ¡Ese es el libre albedrío! Una misma situación puede ser afrontada de muy diferentes maneras.
Di que sí al miedo
Si hay algo más paralizante que el propio miedo es temer sentir ese miedo. Como ya hemos dicho, dentro de los diferentes círculos de espiritualidad y crecimiento personal se da mucha importancia a la frecuencia vibratoria. Son muchas las escuelas que nos enseñan lo negativo de «vibrar bajo». El miedo es una de las emociones catalogadas de baja vibración. Por este motivo, muchas personas, en momentos de verdadero miedo, ante grandes crisis, están aterrorizadas de sentir su propio miedo. Se asustan por lo que les produce miedo y también por tener miedo ya que creen que no deberían sentirlo. Eso es una sobre carga difícil de soportar.
Por este motivo es muy importante que tengamos claro que el miedo tiene su función y es necesario. Aceptarlo y sentirlo es imprescindible. Si lo hacemos de forma consciente este miedo puede ser una buena referencia, un punto de partida hacia algo nuevo. El permitirnos sentir ese miedo con tranquilidad es el primer paso para que después desaparezca. Además, nos libera de la carga adicional que supone el creer que no deberíamos de sentirlo.
En los momentos en los que el miedo se presente, acéptalo. Otórgale el abrazo que le darías a un buen amigo. Mírale a los ojos y pregúntale que trae para ti. Después de disfrutar de su compañía será él quien decida marcharse después de dejarte su regalo. Vivamos diciendo sí a la vida, nos traiga lo que nos traiga.
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Superar el miedo a través de la meditación - Espacio Ser y Luz: Naturopatia y terapias naturales en Móstoles · 9 abril 2021 a las 7:30 am
[…] compañero de viaje demasiado apreciado. Sin embargo, tenemos a nuestro alcance la posibilidad de abrazar ese miedo y de superarlo de diferentes maneras, una de ellas es la […]