Los tres pilares de la mente dual: la culpabilidad, la negatividad y el miedo.

Estos 3 pilares se repiten continuamente en cualquier conflicto que nos surge en el día a día. Toda situación es filtrada por nuestro mente y no iba a ser de otra forma en aquellas situaciones que percibimos como perjudiciales para nosotros mismos, para nuestra persona. Como pueden ser las enfermedades, los apegos, los fracasos, etc.

Nuestra mente es una mente dual, es decir, una mente separada y condicionada por hechos pasados que influyen en los conflictos del día a día. En muchas ocasiones, esto provoca agotamiento, desilusión y sentimientos de no poder abarcar «lo que se nos viene encima».

Antes de llegar a este punto, podemos actuar. Lo principal es conocer el funcionamiento de nuestra mente ante estas situaciones y así evitar que, de forma inconsciente, nos autodestruyamos. El dolor es inevitable, pero podremos conseguir que estos episodios de dolor sean lo más breve posible al apreciar que es parte de la experiencia humana y que debemos resistirnos ante él.

Debemos ser conscientes de los 3 pilares que sostienen la mente, 3 pilares que se nutren entre sí y que dependen unos de otros. Si conseguimos combatir uno de ellos, los otros comenzarán a desmoronarse.

Pilares que sostienen la mente:

La culpabilidad

“No merezco esto”, “no soy lo suficiente para algo”, “hago daño a los demás”, “todo me pasa a mí”, “nunca podré ser como Fulanito”

La culpabilidad es provocada en la mayoría de caso por la comparación. Nos comparamos con personas, con referentes que pensamos que son mejores que nosotros, desvalorizando nuestra propia grandeza interior.

Dejemos de compararnos y aprendamos a apreciarnos a nosotros mismos. Por supuesto que las personas tenemos ciertos valores y carencias. Y esto es lo bonito de la vida, que somos diferentes y unos con otros nos completamos. Centrémonos en aquello que nos ilusiona y nos motiva, probemos a realizar nuevas cosas, cosas que jamás nos hubiéramos sentido capaces de poder realizar. La negatividad es la reacción más fácil ante los retos que nos plantea la vida pero, también, la más autodestructiva.

Para evitar los sentimientos de culpabilidad, necesitamos comprender que somos los verdaderos dueños de nuestra vida. No hay tiempo de lamentaciones, de culparnos por los hechos ocurridos. Debemos tomar las riendas y cambiar el rumbo de aquello que nos produce sentimientos de culpabilidad. Buscar soluciones y no más problemas que afecten a nuestra bienestar emocional.

La negatividad

La negatividad es una consecuencia directa de la culpabilidad. Es una decisión de confort, de conformismo, de no querer enfrentarnos y plantar cara a nuestros miedos.

Una mente, intoxicada en negatividad, siempre ve más contras que pros en la decisiones que le generan incertidumbre. De esta forma, va a tener ante situaciones que le generan incertidumbre para ver que hay más contras y seguir en la misma situación de confort que venía teniendo. La negatividad nubla las infinitas posibilidades que pueden nacer de una decisión o una acción que implican un cambio importante en la vida.

Debemos darnos cuenta de que podemos calcular una parte insignificante frente a las posibilidades que se nos abren cuando tomamos una decisiones importantes que implican afrontar nuevos retos en nuestra vida.

El miedo

El miedo, la última fase de todo conflicto. Surge cuando nuestra mente se separa de nuestro corazón. Esto provoca que la mente nos juegue malas pasadas y comience a generar sentimientos de culpa y de negatividad.

El miedo surge en el instante en que no haces caso a tu corazón. Hasta el odio es una mínima expresión del amor, provocada por la decepción que provoca una acción de alguien que, de una u otra forma, apreciamos.

Debemos trabajar la mente y esquivar o librar las ataduras de una mente dual para evitar visiones distorsionadas de la realidad. Es lógico sentir incertidumbre ante lo desconocido, pero no debemos dejar que el miedo supere nuestras enormes capacidades para afrontar nuevos retos.

«Detrás de todo miedo se esconde la piedra filosofal de tu alma, atraviésalos como una cortina de humo y encontrarás lo que realmente eres.» Héctor Ibáñez.

¿Le ha parecido interesante? ¿Necesitas ayuda o más información?

¡Contáctenos! Estaremos encantados.

info@espacioseryluz.es   916460012  689607794

Estamos ubicados en la Plaza del Sol 31 (oficina 19), Móstoles (Madrid).
Justo frente al Metro Manuela Malasaña (línea 12 Metrosur).
Categorías: Terapias

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?