El término hipnosis puede dar lugar a confusión en aquellas personas que no estén familiarizadas con lo que realmente significa. La hipnosis nada tiene que ver con lo que nos ofrecen los programas sensacionalistas en la televisión. Esta herramienta puede ser de gran ayuda en situaciones o procesos internos de la persona, ayudando a modificar creencias limitantes, miedos o emociones que nos perturben.
¿Qué es la hipnosis?
La hipnosis es un fenómeno más natural y habitual de lo que podamos creer. En general, tenemos la idea de que el estado hipnótico es un estado alterado de conciencia. La realidad es que cuando una persona está hipnotizada simplemente se encuentra en un estado de conciencia diferente.
En muchas ocasiones a lo largo del día experimentamos trances hipnóticos de los que no somos conscientes. Por ejemplo, cuando nos estamos quedando dormidos o cuando despertamos; cuando un libro o una película nos absorbe llevándonos lejos de dónde nos encontramos; en los momentos en los que prestamos toda nuestra atención a nuestro continuo diálogo interno sin importarnos lo que sucede en nuestro momento presente; y también en la fase Rem del sueño. En definitiva, podemos decir que la hipnosis es un puente de comunicación con el subconsciente.
Las dos partes de nuestra mente
Nuestra mente está compuesta por la parte consciente y la parte subconsciente. Lo que nosotros conocemos como nuestro yo es la parte consciente y sus funciones son las que conocemos como el razonamiento, el análisis. En la parte consciente habita nuestra autoconciencia y voluntad. La parte subconsciente de nuestra mente es la parte que tiene que ver con las emociones, la imaginación o el deseo. Esta última es la encargada del funcionamiento automático que nos concede la posibilidad de realizar nuestros quehaceres sin necesidad de pensar en ellos. Así mismo, el subconsciente es el encargado de mantener nuestras constante vitales.
¿Cómo se lleva a cabo la hipnosis?
El proceso de hipnosis se dirige a la mente subconsciente con el fin de hacer posible un cambio en las percepciones, sensaciones, pensamientos y hábitos de conducta. Gracias a esta intervención, la persona sometida a hipnosis consigue generar un cambio positivo en su vida.
La herramienta que utiliza la hipnosis es la palabra. El hipnotista sabrá muy bien cómo decir aquello que tiene que decir para que su repercusión en la persona hipnotizada sea la deseada. Así mismo, la persona en estado hipnótico consigue traspasar su capacidad crítica consciente para permitirse recibir sugestiones que la puedan ayudar. No obstante, esta persona nunca perderá la conciencia de lo que ocurre a su alrededor. Por lo tanto, podemos resumir diciendo que la hipnosis es una forma de aprender a generar cambios y, a su vez, estos cambios nos volverán a generar aprendizaje.
Las soluciones están dentro de ti
Según Milton Erickson, considerado el padre de la hipnoterapia moderna, todos tenemos en nuestro interior las capacidades necesarias para superar dificultades y resolver los problemas de nuestra vida. Gracias a la ayuda del experto en hipnosis, lo que son capacidades se convertirán en habilidades haciendo nuestra vida más fácil.
El papel del hipnoterapeuta, por tanto, no es «solucionar» nada sino, más bien, acompañar y orientar a la persona en su camino hacía la sanación. Podríamos decir que, durante la sesión, la persona se encuentra acompañada por otro ser humano que le ayuda a encontrar el camino por el que comenzará a transitar, que es único en cada caso. No obstante, la implicación del hipnoterapeuta en el proceso de la otra persona es bastante profunda.
Si quieres mejorar tu calidad de vida la hipnosis puede ser una buena herramienta. Esta técnica te conducirá a un viaje, muy agradable y relajante, al interior de tu mente. Es totalmente natural y únicamente se desaconseja en casos de epilepsia, hipotensión o enfermedades mentales graves.
0 comentarios