Las grasas son esenciales para nuestro cuerpo. No obstante, no todas las grasas son iguales. En general, la grasa aporta sabor a cualquier alimento al que se añada. Sin embargo, lo importante es que además nos aporten salud. Vamos a ver qué tipo de grasas saludables son recomendables si queremos llevar una alimentación equilibrada y cuáles no lo son.

La mala fama de las grasas

En general, la palabra grasa nos hace pensar que estamos hablando de algo poco recomendable. Sin embargo, esto es un error. Es imprescindible tomar grasas de manera habitual en pequeñas cantidades. Lo más importante a tener en cuenta es la calidad de las mismas.

Grasas saludables

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Los beneficios de las grasas

Como ya hemos dicho las grasas son beneficiosas. Nuestro organismo las utiliza como combustible y también como elemento de construcción de nuestro tejido nervioso, hormonas y membranas celulares. Están implicadas en la coagulación sanguínea y en el control de la tensión arterial, entre otras muchas cosas. También son imprescindibles en el transporte y almacenamiento de las vitaminas liposolubles, A, D, E y K.

¿Qué tipos de grasas existen?

Dependiendo del tipo de grasa que consumamos obtendremos beneficios para nuestra salud o todo lo contrario. Veamos qué tipos que existen según en que alimentos se encuentren:

Grasas saturadas

Habitualmente se encuentran en productos de origen animal y en sus derivados. A temperatura ambiente solidifican. En este grupo también se encuentran el aceite de palma y el aceite de coco. Para el sistema cardiovascular este tipo de grasa es bastante dañino ya que suele ser la causa de las obstrucciones arteriales. En general, esta grasa no es de fácil digestión o asimilación. El hecho de tener mucho sabor hace que este tipo de grasas se incluyan en muchos alimentos. Sin embargo, sería muy saludable evitarlas en la medida de lo posible.

Pixabay/jhusemannde

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Grasas monoinsaturadas

Se reconocen porque a temperatura ambiente mantienen su consistencia líquida pero al bajar la temperatura solidifican. Tienen como principal componente el ácido oleíco que es muy beneficioso para la salud. Los alimentos que lo contienen son las aceitunas y los aguacates, por ejemplo. Son muy buenos aliados para mantener la salud cardiovascular.

Grasas poliinsaturadas

En este caso y a diferencia de los tipos anteriores, estas grasas siempre se mantienen líquidas. Contribuyen al buen funcionamiento hormonal, cerebral y celular ya que contienen ácidos grasos omega 3 y omega 6. También tienen efectos antiinflamatorios y están relacionados con el buen estado de la piel, el pelo y las uñas. Las podemos encontrar en las semillas de lino, los pescados azules, los huevos y el aceite de girasol y en muchos frutos secos.

Pixabay/Dana Tentis

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Grasas trans

Este tipo de grasas son muy perjudiciales para la salud. Son monoinsaturadas y son responsables del aumento del colesterol «malo». Además, contribuyen a que los niveles de trigliceridos en sangre aumenten. Son muchos los alimentos procesados y ultraprocesados que las contienen. Las encontramos en el aceite de palma, las mantecas con grasas hidrogenadas y las margarinas.

Después de este pequeño resumen es muy fácil tener claro que las mejores grasas son las monoinsaturadas y las poliinsaturadas. Lo mejor para nuestra salud sería evitar los otros tipos.

Categorías: Nutrición

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