En los últimos años la meditación ha entrado con fuerza en el mundo occidental. Esta técnica tan conocida y practicada en culturas ancestrales nos aporta paz, bienestar y salud. Diferentes estudios, en distintas partes del mundo, han llegado a la misma conclusión: la meditación afecta nuestra salud física y modifica nuestro cerebro en gran medida. Aquí te lo vamos a contar.

La ciencia habla

En la actualidad, gracias a las técnicas de neuroimagen, los científicos han podido comprobar los increíbles efectos que la meditación tiene a nivel cerebral. Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la meditación tiene la capacidad de cambiar físicamente el cerebro. Se ha observado que las personas que meditan fortalecen ciertas zonas en su cerebro relacionadas con la concentración, la memoria y el aprendizaje. Así mismo, sirve como potenciador de la creatividad, la empatía y el control de las emociones.

la meditación
Pixabay/geralt

La materia gris

Diferentes estudios han podido comprobar que entre los meditadores asiduos se generaba un aumento de la densidad de la materia gris en el hipocampo. Esta zona cerebral está relacionada de forma directa con el aprendizaje y la memoria. De la misma manera, se observó que disminuía la densidad neuronal en la amígdala, la parte de nuestro cerebro que está implicada en emociones como el estrés, el miedo, la ansiedad y la tristeza.

Unsplash/David Matos

El cerebro tiene cierto grado de neuroplasticidad. Nuestra forma de vida, la alimentación y los retos a los que nos enfrentamos tienen mucha influencia a nivel cerebral. De ahí que las células nerviosas deban adaptarse activamente según vayan modificándose las condiciones a su alrededor.

La meditación

Al ejercitar de manera continua la atención meditativa cambiamos de forma significativa la constitución de nuestro cerebro. Sorprendentemente, no es necesario que esto suceda durante mucho tiempo. Según un estudio llevado a cabo en la Binghamton University, la forma del cerebro se puede modificar en tan solo ocho semanas. Esta modificación incluye el aumento de la materia gris. Por lo tanto, podemos afirmar que con unos cuantos minutos al día podemos cambiar nuestro cerebro y crear nuevas conexiones neuronales.

Así mismo, en los últimos años la Yale School of Medicine realizó estudios en los que se pudo comprobar que la meditación disminuye la actividad en los centros cerebrales que se relacionan con los pensamientos autoreferenciales. Debemos añadir también que, cuando meditamos o experimentamos profunda relajación, en nuestro cuerpo se liberan diferentes hormonas relacionadas con la felicidad y la alegría de vivir.

Unsplash/Erik Brolin

La meditación, o la atención plena, son herramientas fáciles y baratas que nos apoyan en la consecución de una vida más plena y saludable.


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